El día veintisiete de marzo del noventa y tres, le diste el pretexto a mi corazón para empezar a sentir el amor pleno que se ha inventado, aunque mi hermana siempre te recuerda con un tono bromista que yo nací un día antes, en realidad no hay que ser tan exigentes en cuanto fechas, pero si en cuanto a detalles y los detalles son demasiados, bueno son veintitrés años de ellos, y tratare de recordar algunos.

Justo mientras escribo escucho el estrepitoso grito que sale con tu habitual voz de mando, esa voz que ha hecho que yo pueda encaminar mi destino, esa voz que escuchare siempre, esa voz que va engalanar mis decisiones. Esa broma de “mujer luchadora, emprendedora” es la careta de una verdad que siempre has mostrado, no que me has demostrado, porque a mí no me tienes que demostrar nada, yo con solo tenerte siempre a mi lado ya es demasiado. Pero sigamos con esa voz que  trasluce tu personalidad de mariscala; eres la única dictadora y la única dictadura que yo pueda soportar, estudio una carrera de leyes y nos explican que la democracia es una de las formas de vivir más adecuadas para los seres humanos, pues tu formas parte de mi estado mayor, que si quieres vivir en una dictadura en la que tu obtengas lo que se te plazca, lo haremos así, pero una cosa si mamá, a veces hay cosas que pueda reclamar pero al final termino siempre formando parte de esa dictadura tan investida de bondad.

Desde muy pequeño lo primero que percibí fue tus olores, tu fragancia de madre, se que ahora mi hermana es mayor, pero si yo ahora volviera a ser ese niño de seis o siete años, diferenciaría sus ropas con solo acercar mi nariz pequeña y sentir ese olor, tu olor. Recuerdo que cuando tu trabajabas en Tumbes, yo sabía que ya estabas muy cerca por llegar en esas noches a estar un fin de semana con nosotros, no había ningún Patrón que mueva la cola para avizorar tu llegada, no, era tu olor y el olor a las frutas que traías, el olor a bizcocho y tu insuperable figura, mi memoria guardaran esos recuerdos siempre, eso me fue formando como el niño mas maternal del mundo, y espero seguir siendo ese niño, aunque ya un poco crecido y gordo por tu causa, si mamá quiero seguir siendo parte de esas dictadura amena, quiero seguir siendo el inocente niño que se dejaba recortar el cabello pelado y hacia el berrinche típico mirando por el espejo a su madre, no sé si era para mostrarle el reclamo con la mirada o creo que para decirle de manera inconsciente que lo salve como siempre.

El amor se demuestra con gestos y el mayor gesto que me has podido dar, son los valores y el carácter, claro nunca como el tuyo, siempre el carácter tuyo fue eficiente, pero herede lo que a ti te sobra, que es el amor de servir. Me encanta cuando haces de mis vicios un drama, porque hasta cuando gritas eres hermosa, hasta cuando haces algún ademan de querer golpearme, eres la mujer que el mundo se merece, sabes hasta pienso que Dios siempre habla con los bebes para ya amoldarlos al regalo más grande que hay, que eres tú; madre tu eres una transfiguración, eres la aparición, eres divina.

Los recuerdos siempre ayudan a fomentar todo los sentimientos, de cualquier forma o dimensión, recuerdo, recuerdo cuando de esos viajes viniste con esos tres libros que aún conservo y que cambiaron mi horizonte como todo lo que tú me das, “La biblia para niños”, recuerdo cuando era niño y te enseñaba que sabía leer, recuerdas cuando leía los avisos de la calle, recuerdas cuando regresábamos a la casa pero antes teníamos que tomar ese yogurt, recuerdas cuando me abrazabas y me decías mi reycito y hasta ahora lo sigues diciendo, recuerdas cuando me bañabas y tú me abrigabas la parte de arriba y me decías que a ti te importaba que no me enferme del pecho, que tenía que aprender a cambiarme empezando por abajo, recuerdas que siempre me has cuidado desde muy pequeño, te acuerdas cuando me llevaste a tu colegio a ser director técnico de tus alumnos de primaria siendo un niño, cuando me llamabas con los dos nombres cuando estabas enojada o era muy tarde para seguir en la calle, Miguel Antonio pasa, recuerdo las miles de veces que me has besado, que me has querido, me has amado.

Gracias por permitirme decirle a alguien mamá y exista una persona que me responda, mamá respóndeme siempre, quiero escuchar tu voz ya sea para gritarme o decirme aquí estoy, para sentir esa calidez que solo tú puedes darme, gracias por permitirme exhibir uno de los títulos más grandes que puede tener un hombre en la tierra: La Madre. Eres mi mamá y eso me abastase para seguir siempre en todo lo que me depare el camino, FELIZ VIDA MAMÁ, nunca me voy a cansar de agradecerte, mi vida está llena de decisiones pero si hubiera podido tener la opción de poder escoger a mi madre, no lo hubiera dudado nunca, siempre estarás tú, hasta cuando no te piense por desorientado siempre estarás tu, eres omnipresente en mi vida, hubiera dicho que seas tú la que me levante siempre, aunque sea para decirme que ya es tarde y que no hago nada en los quehaceres de la casa, aunque sea por instante siempre hubiera escogido ser tu hijo. Eres lo más grande que tengo, GRACIAS MAMÁ POR DECIRME HIJO, que con eso ya me hiciste el milagro de resurgir siempre de mis cenizas. TE AMO

De: tu hijo, que no aprendió a amarte porque ya había nacido con ese sentimiento.

Para: mi madre, la luz de mis pequeños ojos.

Domingo 08 de Mayo de 2016