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YO NACÍ EN UN MARZO CULTURAL

Publicado: 2016-03-06

El mes de marzo, el mes más icónico de mi vida, el mes que me vio nacer, que me dio vida y permitir relacionar mi personalidad con esto que llamamos procazmente entorno, he pensado que el destino siempre tiene alguna incidencia en nuestra rutina, no la gobierna totalmente pero juega ciertas cartas para complacer o enmudecer a ciertos aspectos de nuestros pensamientos, pues a mí me había pasado en ciertas cosas, como ahora, Marzo con mayúscula, el mes de la dicha matriarcal en mi casa, estoy seguro que mi madre fue feliz este mes, siempre me lo ha repetido, siempre se ha encargado de aclarármelo y le creo como un novato conversando con su ídolo remoto, le creo porque yo también lo he sido, le creo porque su amor más sustancial me lo permite, solo intento ver al destino de frente y decirle que tuvo el acierto más grato el haber parido en marzo, no en el febril abril o agosto, que son los meses más rutinarios que Gabriel García Márquez usaba en sus novelas o cuentos, no, nací en marzo como él o como Vargas Llosa y eso me hace feliz. 

Solo intento aclarar por qué festejo este mes y más aun este día, pues está clarísimo, está más evidente que cualquier resolución en épocas de campaña electoral, el seis de marzo, de mi mes, de mi natalicio, nació el hacedor de vidas paralelas, el que con una frase tan simple en una entrevista te hacía pensar si eso era inicio de una gran historia, si, se llama Gabriel como mi sobrino, el Gabo, el latinoamericano que se parece a todos, que ha vivido todas la vidas, que acompaño a muchas personas en su rezagos de vida misma, que acudió al llamado de Dios para seguir profanando su habito de creador, estoy tan exaltado porque la vida te permite ciertas cosas, y Dios castigo en un cuento de hadas llamado Génesis al hombre con la mortalidad pero le dio la salida más hermosa, que es la literatura, si, El Gabo descubrió eso desde muy pequeño en Aracataca, Dios se equivoco si pensó que nosotros íbamos a vivir una sola vida, si esa era la intención de Dios pues cometió un error, al fin uno, y con esto sobresaltan los inconsecuentes ateos, si, el seis de marzo de mil novecientos veintisiete cometió el error celestial de mandar a un tipo que antes de nacer conoció a Dios y le copio ese habito de dar vida, no recuerdo si él lo dijo pero seguro lo pensó, que una persona que lee vive más vidas que cualquiera, y una persona que no lee se tiene que conformar con la suya como si ya eso fuera divertido, y nos regalo muchas vidas, creo personajes incontables.

Los pasquines tan asquerosos en estas épocas y LA MALA HORA que aun no se esfuma, que no se diluye y vivimos esperanzados de que termine, pero la salida más grata es no formar parte de esto y salió esta novela, y el cura Ángel que perdonaba cualquier injuria, que analizaba con habito de militar algún gesto y su alcalde típico de nuestros lares, ese dictador eficaz, que nos atrae y que esperanzados en que nos termine por magullar para saltar y reclamar, la misma dictadura que sufrió el naúfrago colombiano más conocido Luis Alejandro Velasco, que nos cuenta su historias en RELATOS DE UN NAÚFRAGO, producto de una dictadura verídica en Colombia, que lo dejaron morir poco a poco pero que el destino quiso que un redactor, un periodista del diario El Espectador lo conociera para que redactara su hazaña, si que conociera a ese periodista que ya quisiéramos nosotros tener ahora, que cada columna era una novela y que las refleja en TEXTOS COSTEÑOS , ese escritor que alguna vez le dijo a Pablo Neruda que mientras uno avanza escribiendo novelas va perdiendo el sentido de la realidad, que el novelista retrata la realidad piadosamente mentirosa, y la realidad del Gabo fue la de un prisionero, la de un recluta, era un personaje alejado de lo decorativo, de las frases rebuscadas para darle interés al lector.

Fue un prisionero de sus historias, siempre asumió en varias novelas la historia de una dictadura, y yo quiero creer que él en su mente vivía una, una dictadura agradable para nosotros, era un régimen totalitario con el símbolo de la letras como escudo, que lo atormentaba, que no lo dejaba en paz, que seguro le estallaba la cabeza sin compasión, era la dictadura fascinante, y nosotros como facinerosos después de muerto la seguimos fomentando, el que lee una vida de Gabriel García Márquez revive su historial del bandolero de historietas, el que le arrebato el culto a Europa y propino una golpiza a esos que siempre se habían creído los autores de lo celestial, no, Gabriel García Márquez asumió que la realidad de Sudamérica era más exquisita desde tiempos del cólera e inmemorables, y se tomo la licencia de retratar la dictadura de Franco en un ambiente caribeño en el OTOÑO DEL PATRIARCA.

CIEN AÑOS DE SOLEDAD, la novela más comercial del Gabo, pero sin duda la mejor, aquí creo que Dios firmo el contrato de defunción para el 2014, esto era demasiado para él, este escritor era osado y por eso tenía que fenecer físicamente, tenía que ahuyentar ciertos hábitos para que no se desvía la capacidad de crear, en esta novela observas a Adán y al Che Guevara, esta igual en cada pasaje, como es la descripción, como la belleza siempre apunta hacia arriba sino la miras con morbo como Remedio La bella, y que por eso se propino ese tiro certero en la sien que solo el Gabo sabe quien fue el que jalo el disparo, hay muchos personajes de la historia que se reflejan en esta novela, en la novela de la humanidad… es por eso que estoy dichoso de haber coincidido en al menos el mes con este genio, con este señor que me ayudo a entender muchas cosas, y que los datos sirven mientras apliques el realismo mágico, mientras conectes con la realidad y que no te conformas y reclamas, no sé si con una novela como solía hacer el Gabo, pero sales a flote con alguna pequeña creación.

Soy un aficionado de sus retratos literarios, y gracias a Dios que se equivoco y mando este día a un hombre que copio sus hábitos de crear, perdónenme, pero seguro el Gabo nunca lo reconoció, el conoció a Dios pero no lo recuerda, porque “la vida no es lo que uno vive, sino lo que uno recuerda y como lo recuerda para contarla”, atinada frase para engañar a sus lectores que no tuvo nunca contacto con lo más cercano al cielo.

Seis de MARZO del 2016


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